Ábaco

AULA DE CÁLCULO MENTAL.

ÁBACO CSC.

El uso de esta herramienta estimula los dos hemisferios cerebrales. Estimula la parte izquierda porque nos exige razonar y nos ayuda a realizar estimaciones, y la parte derecha porque nos permite ‘tocar’ los números y las operaciones, así como trabajar el cálculo mental a través de la visualización de imágenes.

El ábaco, además, ayuda a fomentar la creatividad y la memoria de los estudiantes, que también mejoran su capacidad de concentración, orientación espacial, formación de conceptos, resolución de problemas.

Consiste en una tablilla de madera con cuerdas y alambres paralelos. En cada uno de ellos hay 5 bolas móviles, una superior con valor 5 y cuatro inferiores con valor 1, cada bola. Con este instrumento pueden hacerse cálculos aritméticos simples como sumas, restas, multiplicaciones y divisiones, pero también otros más complejos. «El ábaco llegó a Japón a mediados del siglo XVI.

¿Por qué el ábaco es tan importantePorque el ábaco es una de las herramientas más completas que existen para desarrollar el potencial de los niños y, al mismo tiempo, enseñarles a realizar cálculos básicos mediante el mismo.

¿Qué aprenden los niños con el ábaco?

Básicamente podemos utilizar el ábaco para: Comprender el sistema posicional de nuestros números. Es imprescindible que los niños entiendan la importancia de la posición de los dígitos y no que lo aprendan mecánicamente. Además, el ábaco puede ser muy útil para trabajar distintos conceptos matemáticos.

Qué habilidades se pueden desarrollar al utilizar el ábaco?

Cinco ventajas de usar el ábaco:

1. Potencia la concentración.
Se ha demostrado que el uso del ábaco mejora la concentración en los niños. Así lo confirma un estudio indio que comparó algunas de las funciones cognitivas en dos grupos de pequeños de entre 8 y 12 años de edad: un grupo usó el ábaco como herramienta para aprender matemáticas y otro grupo recurrió a otras herramientas educativas. Esto se debe a que el uso del ábaco requiere una mayor capacidad de concentración, lo cual sirve para estimular la atención focalizada.

2. Desarrolla la comprensión lógica.
Diversos estudios han encontrado que usar el ábaco es un ejercicio excelente para mejorar el pensamiento lógico y la resolución de problemas. Una investigación realizada en la Shinshu University desveló que los alumnos que usan el ábaco para sacar cuentas resuelven problemas matemáticos complejos con mayor rapidez . Los científicos creen que esto se debe a que los niños que usan el ábaco visualizan mejor las situaciones matemáticas y desarrollan una mayor capacidad para descomponer en partes los problemas, lo cual les ayuda a resolverlos.

3. Perfecciona la motricidad fina.
Pasar las piezas del ábaco para sumar, restar o dividir es un entrenamiento muy efectivo para perfeccionar el agarre de pinza y mejorar la motricidad fina en los niños. De hecho, se ha demostrado que los pequeños que utilizan el ábaco con frecuencia tienen mejores reflejos musculares y una mayor precisión en los movimientos motores finos que quienes utilizan otras estrategias para calcular. Se trata de una ventaja que les ayuda a mejorar su trazo y a hacerlo más firme, a la vez que desarrolla sus habilidades para las artes manuales.

4. Estimula la creatividad.
Usar el ábaco para sacar cuentas es un ejercicio excelente que estimula la actividad neuronal y fomenta la creatividad. Los científicos han encontrado, a través de imágenes de resonancia magnética, que cuando se utiliza el ábaco se activa el hemisferio derecho del cerebro, el cual desempeña un papel esencial en el desarrollo de las habilidades viso-espaciales, así como en la orientación espacial, la intuición y la creatividad. De hecho, los niños que usan el ábaco para hacer cálculos suelen ser más creativos y originales en comparación con los coetáneos que sacan cuentas recurriendo a los dedos o a otras estrategias.

5. Mejora la memoria.
Un estudio japonés encontró que los niños que aprenden matemáticas con el ábaco tienen una mejor memoria auditiva y visual. También es un ejercicio excelente para estimular la memoria numérica. Lo que sucede es que con el tiempo los niños se forman una representación mental del ábaco y automatizan la estrategia, asignándole un valor numérico a cada pieza para que le resulte más fácil y rápido hacer los cálculos. Obviamente, cada vez que tienen que hacer una nueva operación deben recurrir a la memoria para poder visualizar su ábaco mental, un entrenamiento muy eficaz para mantener activa esta función cognitiva.